Hay ocasiones en las que la rueda de la vida da un giro inesperado y golpea con fuerza.Personas que con su amistad sincera, su bondad, su deseo siempre de ayudar,nos dicen definitivamente adiós de forma inesperada. Una fecha difícil de olvidar,16 de febrero, oscuro amanecer que mi gran amigo Leandro, a pesar de su vitalidad, no llegó a contemplar.¡Qué gran verdad esa de que algo se muere en el alma cuando un amigo se va!
A Leandro ,aparte de su gran afición por el fútbol le gustaba, sobre todo,su pueblo,sus gentes,sus costumbres y tradiciones.Su gran memoria,le permitía contarte multitud de detalles y anecdotas de cualquier fotografía y /o reportaje de Ángel,Helio, Magdalena o Paco, a los que generosamente prestaba el material del que disponía, alguno de gran valor sentimental.
¡Cuánto hemos disfrutado comentando esas fotografías o reportajes.! ¡Qué difícil es hacerse a la idea de que no los voy a escuchar más!
Su comercio, su tienda de tejidos y confecciones,era una de las más típicas y mayor antigüedad del pueblo.Visitada frecuentemente no sólo por personas de la localidad, también de pueblos cercanos, por sus artículos de gran calidad,buen precio, y, sobre todo, por el excelente trato que Leandro dispensaba a sus clientes.
Se iba a jubilar pronto;decía que después de tantos años de trabajo quería disfrutar más de su familia, de sus sobrinos y sobrinas a las que adoraba y de su hermana Ana y cuñado Cristóbal,tan intimamente vinculados a él.¡Qué cruel es ,en ocasiones, el destino que rompe en un momento tantos sueños e ilusiones!
¡Qué difícil es contemplar con el paso de los días esa tienda cerrada! Era toda una institución.
Algo habrá que hacer para que no caiga en el olvido ,al menos que quede constancia en algún soporte documental,del que yo no dispongo.
Faltan palabras para expresar los sentimientos.Sus características personales, su generosidad, ,fácil y amena conversación,su interés por los temas de actualidad de la localidad, su conocimiento de vecinos ,calles y plazas del pueblo, tantas veces recorridas por él dada su peculiar y ancestral sistema de ventas.hacen que, a mi juicio, Leandro fuese una de las personas más conocidas y queridas por todos.
¡Qué distinta parece la calle sin él!.Sólo puedo decirte para que te llegue allá donde estés,que siempre permanecerás en nuestro recuerdo.Gracias,mil gracias, por ser tan buen vecino,tan buena persona y por tu amistad sincera compartida durante tantos años.Hasta siempre, amigo Leandro
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